Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al usar el sitio web, usted consiente el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Por favor, haga clic en el botón para consultar nuestra Política de Privacidad.

Vision política detrás de las nuevas denominaciones en EE.UU.

Durante su segundo periodo en la presidencia, el mandatario de Estados Unidos ha iniciado varios cambios en los nombres de lugares icónicos del país, lo cual ha producido controversias y debates en el ámbito nacional e internacional. Estas acciones muestran una perspectiva específica sobre la identidad y la historia de Estados Unidos, y han provocado diversas respuestas en diferentes sectores de la comunidad.

Cambio de nombre del Golfo de México

Una de las medidas más notorias ha sido la publicación de una orden ejecutiva que cambia el nombre del Golfo de México a «Golfo de América». Esta acción se ha implementado en servicios digitales como Google Maps, donde los usuarios dentro de Estados Unidos ven el nombre «Golfo de América», mientras que en México sigue apareciendo como «Golfo de México», y en otras partes del mundo se pueden ver ambos nombres. Esta decisión ha causado fricciones diplomáticas, en particular con el gobierno mexicano, que ha expresado su desacuerdo y ha enviado cartas a empresas tecnológicas solicitando la conservación del nombre original en sus plataformas.

Una de las acciones más destacadas ha sido la emisión de una orden ejecutiva que renombra el Golfo de México como «Golfo de América». Esta medida ha sido implementada en plataformas digitales como Google Maps, donde los usuarios dentro de Estados Unidos visualizan la denominación «Golfo de América», mientras que en México se mantiene «Golfo de México», y en otras regiones se muestran ambas denominaciones. Esta decisión ha generado tensiones diplomáticas, especialmente con el gobierno mexicano, que ha manifestado su desacuerdo y ha enviado cartas a empresas tecnológicas solicitando la preservación del nombre tradicional en sus servicios.

Aparte del renombramiento del golfo, el presidente ha deshecho decisiones pasadas respecto a monumentos nacionales. Un caso es la recuperación del nombre «Monte McKinley» para la montaña más alta de América del Norte, anteriormente denominada «Denali». Esta medida ha generado opiniones contrastantes; algunos apoyan el cambio como un tributo al presidente William McKinley, mientras que otros, incluyendo comunidades indígenas de Alaska, creen que menosprecia el legado cultural y los nombres tradicionales de la zona.

Debates en bases militares

Controversias en instalaciones militares

Consecuencias y respuestas

Estas propuestas de cambio de nombre han provocado una variedad de respuestas. Entidades periodísticas, como Associated Press, han encontrado restricciones impuestas por la administración al negarse a incorporar las nuevas denominaciones en sus contenidos, lo cual ha propiciado discusiones sobre la libertad de prensa y el impacto gubernamental en los medios de comunicación.

Estas iniciativas de renombramiento han suscitado una amplia gama de reacciones. Organizaciones periodísticas, como Associated Press, han enfrentado restricciones por parte de la administración debido a su negativa a adoptar las nuevas denominaciones en sus publicaciones, lo que ha generado debates sobre la libertad de prensa y la influencia gubernamental en los medios de comunicación.

Además, encuestas recientes indican que una proporción significativa de la población estadounidense se opone a estos cambios de nombres, considerando que alteran denominaciones históricas reconocidas a nivel nacional e internacional. Este panorama refleja las complejidades y sensibilidades involucradas en la reinterpretación de símbolos y nombres que forman parte del tejido cultural e histórico de la nación.

Por Otilia Adame Luevano

Deja una respuesta

También te puede gustar