La reciente victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales puede significar un cambio significativo en la política exterior de los Estados Unidos para América Latina, especialmente en temas como la migración, la seguridad y la economía. Los expertos cercanos a la campaña republicana creen que la política interna de los Estados Unidos será crucial para la región.
Eric Farnsworth, director de la oficina del Consejo de América de Washington, argumenta que las políticas económicas, como la inflación y la política comercial, afectarán directamente a América Latina, así como a las limitaciones migratorias que Trump se esfuerza por aplicar. Países como México y Venezuela se destacan en este contexto. México, como un punto de tránsito a los Estados Unidos y Venezuela, para la gran cantidad de migrantes indocumentados que llegan al país.
Los datos muestran que en el último año, se han capturado aproximadamente 313 496 Venezuela indocumentados. Durante su campaña, Trump prometió una respuesta rápida a la inmigración de Venezwell al enfocarse en aquellos que son considerados «delincuentes».
La Broner Tamara Taraciuk, directora del programa de diálogo del diálogo del diálogo estatal, enfatiza que tanto México como Venezuela serán clave para la política de inmigración de Trump. Aunque se considera impulsivo, Trump mantiene una posición permanente sobre la migración y los aranceles.
La migración también tiene un impacto económico importante en la región. Trump advirtió que si el flujo de drogas y delincuentes de México no está controlado, un arancel del 25% aplicará productos de visa de EE. UU. Claudia Shainbaum, una nueva presidenta de México, fue optimista sobre las relaciones bilaterales, enfatizando que no había motivo de preocupación.
Los líderes latinoamericanos están atentos a cómo se desarrollará la relación de Trump, que parece tener apegos a ciertos presidentes como Javier Miley en Argentina y un ramo de uñas en El Salvador, mientras que otros, como Gustavo Petroleum en Colombia, podrían enfrentar desafíos.
La influencia de China en América Latina también será un problema apropiado dentro de la nueva administración, y Farnsworth muestra que las fallas de China serán monitoreadas de cerca en la región.
Finalmente, el futuro de la política exterior de los Estados Unidos dependerá de quién está designado para liderar el Departamento de Estado, como cifras como Marco Rubio, conocido por su enfoque en América Latina, son una oportunidad. La victoria de Trump puede tener consecuencias para la política comercial, el cambio climático, la guerra en Ucrania y la inmigración, aunque los detalles específicos aún son escasos.
