Con la finalidad de salvaguardar la biodiversidad en los océanos y fomentar técnicas de pesca más responsables, España ha lanzado un proyecto innovador para monitorear y disminuir la captura inadvertida de cetáceos, como delfines y otros mamíferos del mar. Este programa, promovido por las autoridades ambientales y pesqueras del país, es parte de una estrategia nacional más extensa enfocada en reducir los efectos de las acciones humanas sobre las especies más frágiles del entorno marino.
La propuesta, llamada ‘Varada C’, implementa un novedoso sistema de identificación con bandas de plástico. Estas bandas se facilitarán a las flotas pesqueras que operan en la Península y en el archipiélago balear. Su objetivo principal es identificar a los cetáceos que, capturados accidentalmente, sean liberados nuevamente al océano. Con este sistema, será posible rastrear a los animales que eventualmente lleguen a las playas, permitiendo así reconocer las áreas con mayor peligro y contacto entre la pesca y estos seres marinos.
El esquema de identificación no es el único elemento del programa. Igualmente, se incluyen acciones educativas destinadas a los propietarios y equipos de barcos de pesca, con el fin de optimizar las técnicas de manejo y liberación de especies atrapadas por error. Estas sugerencias buscan disminuir el estrés y las lesiones que enfrentan los animales durante el proceso, aumentando sus chances de sobrevivencia al ser reintegrados a su entorno natural.
Especialistas en medio marino, pertenecientes a organismos ambientales, ofrecerán a lo largo del año sesiones informativas y talleres prácticos en distintos puertos del país. Estas actividades, desarrolladas con el apoyo de entidades técnicas especializadas, buscarán no solo capacitar a los pescadores en el uso adecuado del nuevo sistema, sino también fomentar una mayor conciencia sobre la importancia de proteger a los cetáceos y otras especies marinas.
El proyecto ‘Varada C’ se enmarca en una política estatal más amplia para la reducción de capturas accidentales, que también incluye a aves marinas y tortugas, muchas de ellas clasificadas como especies vulnerables o en peligro. Esta línea de trabajo tiene como objetivo conciliar la sostenibilidad ambiental con la viabilidad económica del sector pesquero, reconociendo que es posible compatibilizar la conservación del medio marino con una actividad productiva responsable.
Las autoridades responsables destacan que este tipo de medidas permiten avanzar hacia un modelo de pesca más respetuoso con el entorno, en línea con las recomendaciones internacionales sobre protección de la biodiversidad marina. Se espera que, mediante el uso sistemático de las bridas identificativas y una mayor capacitación del personal a bordo, se obtenga información crucial para diseñar futuras acciones de conservación más efectivas.